Profesión de Votos Solemnes de Fray Mario Morelo y Ordenación Diaconal de Fray Rubén Arrias
Con mucha alegría recibimos la Profesión de Votos Solemnes de Fray Mario Morelo y la Ordenación Diaconal de Fray Rubén Arrias, ambas celebradas en la parroquia de San Ramón Nonato en Maracaibo, Venezuela.
Maracaibo, 29 de noviembre de 2025.
La Parroquia San Ramón Nonato de los Padres Mercedarios fue el escenario de una emotiva y trascendental celebración para la Orden de la Merced en Venezuela: la Profesión de Votos Solemnes de Fray Mario Morelo y la Ordenación Diaconal de Fray Rubén Arrias.
La Eucaristía, cargada de fervor, fue presidida por Monseñor Ulises Gutiérrez Reyes, O. de M., Arzobispo de Ciudad Bolívar, quien estuvo acompañado por Fray José Juan Galve, Provincial de la Provincia de Aragón, responsable de recibir la entrega perpetua de Fray Mario. La presencia de Monseñor Gutiérrez, y del Provincial, subrayó la importancia de la doble ceremonia para la Orden. Entre los concelebrantes se encontraban sacerdotes de la comunidad como Fray Héctor Flores Ojeda, vicario de Venezuela, el Padre Ponç Capell, párroco de San Ramón de Maracaibo, el Padre Francisco Ortiz, párroco de la Iglesia de Fátima Maracaibo, Fray Juan Duque Suárez y Fray César Blanco que acompañaban a los postulantes del Seminario San Pedro Nolasco de Palmira.
El primer gran momento fue la profesión de Fray Mario Morelo, quien se comprometió definitivamente con los votos de pobreza, castidad, obediencia y el distintivo cuarto voto mercedario de ofrecer la vida por la redención de los cautivos. Acto seguido, Fray Rubén Arrias fue ordenado diácono por la imposición de manos de Monseñor Gutiérrez.



Durante su homilía, el arzobispo mercedario hizo una vibrante exhortación a Fray Rubén sobre el sentido profundo de su nuevo ministerio, resaltando la misión del diaconado en el servicio a la Iglesia. Monseñor Gutiérrez enfatizó la importancia del servicio del altar y, sobre todo, la necesidad de donarse por Cristo, haciendo de la vida una ofrenda permanente de caridad y entrega a los demás.



El apoyo a los nuevos consagrados y ordenados fue total. Los formandos religiosos del Seminario San Pedro Nolasco de Palmira sirvieron en el altar, simbolizando la esperanza de las futuras vocaciones. De igual manera, las Fraternidades Mercedarias Seglares de Maracaibo y de Táchira se hicieron presentes, arropando con su fe y compromiso a la familia de los dos religiosos, demostrando que la vocación mercedaria es una bendición y una misión para toda la comunidad.
La celebración de este 29 de noviembre reafirmó el vigor de la Vicaría de Venezuela y su compromiso con el carisma redentor de San Pedro Nolasco, sumando un diácono y un profeso solemne para el servicio del Reino.


