Ordenación Presbiteral de Fray Rodolfo Lemus Solórzano
Con inmensa alegría recibimos la Ordenación Presbiteral de Fray Rodolfo Lemus Solórzano que tuvo lugar en la Iglesia de la Merced, en Antigua Guatemala.
En un ambiente de profundo gozo y gratitud al Señor, la Familia Mercedaria celebró la ordenación presbiteral de Fray Rodolfo Lemus Solórzano, O. de M., el día de sábado 8 de noviembre del año 2025, en la Iglesia de la Merced, en Antigua Guatemala.
La solemne Eucaristía fue presidida por su Eminencia Reverendísima Monseñor Tulio Omar Pérez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Guatemala, quien estuvo acompañado por los padres provinciales: Fr. José Juan Galve, de la Provincia de Aragón, y Fr. Ramón Alejandro Villagrán, de la Provincia de Chile.

Concelebraron, además, los presbíteros de las distintas comunidades de la Vicaría. De El Salvador: Fr. Dionisio Báez y Fr. Jonathan Vásquez. De Panamá: Fr. Javier Mañas, Fr. Javier Palomares, Fr. Naith Godoy y Fr. Yván Echeverría. Y de Guatemala: de la comunidad del Seminario: Fr. José Zaporta, Fr. Abel Pérez, Fr. Francisco Guardado y Fr. Gonzalo Cano; y de la comunidad de Antigua Guatemala: Fr. Luis Castillo, Fr. Celso Jiménez y Fr. Rolando Samayoa.


La celebración contó también con la presencia de sacerdotes diocesanos, hermanas mercedarias, así como familiares y amigos del nuevo presbítero, quienes se unieron en acción de gracias por este don de Dios a la Iglesia y a la Orden. Durante la homilía, Monseñor Tulio destacó la grandeza y exigencia del ministerio sacerdotal, recordando que el sacerdote es llamado a configurarse con Cristo Redentor y a vivir el carisma mercedario con entrega generosa, cercanía al pueblo y espíritu de servicio.



Finalizada la celebración eucarística, los asistentes compartieron un almuerzo fraterno en el claustro del antiguo monasterio, donde reinó un ambiente de alegría y comunión, animado por el tradicional son de la marimba, signo de la identidad y fraternidad mercedaria.
La Orden de la Bienaventurada Virgen María de la Merced da gracias a Dios por el don del sacerdocio en Fray Rodolfo y ruega al Señor que le conceda un ministerio fecundo, al servicio de la redención y la misericordia.








